A raíz de la globalización y el impacto de la pandemia, se ha producido un cambio estructural en la forma de interactuar, aprender y comercializar. Esto se evidencia en la subida de acciones en empresas como Google, Zoom, Facebook y otros.

Por su parte, los servicios en línea han experimentado un crecimiento exponencial gracias al confinamiento y a las medidas de bioseguridad implementadas en las distintas partes del mundo.

Antes, el mayor volumen de transacciones se realizaba mediante el uso de dinero físico, pues se lo consideraba como el medio más práctico para realizar pagos del día a día. También influía el hecho de que la mayoría de tiendas y lugares de servicio no tenían la opción de pagar con tarjeta y mucho menos a través de un código QR.

Con el inicio de la pandemia esto cambió, principalmente por dos factores:

• El recelo, por miedo a contagiarse al tocar objetos y superficies que ya fueron tocadas por otras personas, como los billetes, las monedas y/o los cajeros automáticos.

• Las restricciones de movilización, que limitaban el ingreso a entidades financieras y a centros de abastecimiento a días y horarios específicos, complicando la cotidianeidad de las personas.

Además del incremento en el número de transacciones por internet, el volumen transaccionado aumentó de forma sobresaliente, llegando a realizarse, hasta agosto de este año, operaciones por un monto total de 45.866 millones de dólares en transferencias interbancarias, intrabancarias y pago de servicios, según las cifras de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban).

El código QR también ha sido un punto clave para impulsar las transacciones en el mundo de los pagos digitales, ya que optimiza el tiempo del usuario y facilita las operaciones. Las transacciones a través del servicio $imple Pago Móvil, que se realiza utilizando códigos QR, han presentado un crecimiento sorprendente de 1.300% en agosto de 2021 en relación al mismo periodo del año anterior.

“En efecto, las transacciones de $imple Pago Móvil alcanzaron a 2,3 millones (hasta agosto), por un valor equivalente a 174 millones de dólares estadounidenses. Desde su lanzamiento, en mayo de 2019, las transacciones totalizan aproximadamente 2,8 millones, por un monto de 211 millones de dólares”, afirmó Nelson Villalobos, secretario ejecutivo de Asoban. (Fuente: El Deber)

El futuro cercano de la banca digital

Los canales digitales en la banca han mostrado un crecimiento acentuado debido al proceso de digitalización de los servicios y de los productos bancarios, teniendo como origen, la resiliencia bancaria lograda para mitigar los efectos de la pandemia.

Actualmente, existe una tendencia decreciente en la inversión en servicios tradicionales. Según la 1ra Encuesta de la Banca Digital e Innovación en Bolivia, realizada por Innova Bolivia S.R.L. y la Fundación Maya, solo 3 de los 12 bancos encuestados seguirán apostando por los call centers. En el caso de los cajeros automáticos, esta cifra se reduce a 2.

Si bien parece ser que la pandemia está llegando a su fin, es importante reconocer que los servicios digitales se irán desarrollando y utilizando cada vez más,  pues el 70% de los bancos seguirá invirtiendo en el desarrollo de la banca digital y el 50% lo seguirá haciendo en la banca móvil.

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